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El doctor en psicología, primer defensor del menor de España y autor del libro el 'Pequeño dictador' asegura que un 9% de los padres son agredidos por sus hijos y que el 100% de las víctimas son mujeres.
— ¿Cuánto tiempo lleva estudiando, la violencia filioparental?
— Empecé con 18 años y tengo 57, así que llevó toda la vida con este tema. En el año 1987 estuve dirigiendo un centro de reforma en Cuenca y ya conocí algún chico que agredía a su madre. Digo esto porque es fácil ver en la prensa que este es un tema muy actual, pero yo lo vi hace más de veinte años. Además, yo estuve trabajando treinta años en la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Madrid y en 1994 salió en la revista Papeles del Psicólogo un monográfico sobre ese tema. Por tanto, en 1994 ya teníamos claro que teníamos un tsunami, un problema que venía, seguro. En 1996 me nombran Defensor del Menor, cargo que dejo en 2001. Si cualquier ser humano dice que los niños son insoportables te piensas que es un señor que está en contra los niños, pero si lo dice quien ha sido el primer Defensor del Menor de España entonces te preguntas, este señor qué está diciendo. Por eso en el 2006 nace un libro, El pequeño dictador, del que se venden 200.000 ejemplares, y se vende esa cantidad porque no es un libro, es una noticia. Es decir, hace años la gente sufría porque tenía un familiar con drogas y lo callaba, y ahora hay gente que tiene un hijo que lo agrede y lo calla. Entonces la gente adquiere el libro y se dispara la situación.
— ¿Esto entonces viene de antiguo?
— No. En mi época era impensable que un hijo agrediera a un padre, era impensable que un niño ridiculizase a un profesor y era impensable que un menor le partiera la tibia y el peroné a un policía.
— ¿Qué ha cambiado?
— Ha cambiado el respeto, la autoridad, el deber. Y luego cosas que son más complejas. En España tenemos un problema gravísimo que no están tocando ninguno de los partidos políticos, y es que no hay niños, que este será un país de gente muy mayor y que esto generará muchísimos problemas. Y los chicos jóvenes, que no tienen claro que vayan a poder tener una garantía económica para adquirir un vivienda, tienen la percepción de que hoy ser padres es muy difícil, que es como ganar unas oposiciones. Y esto algo de verdad tiene. Antes educaban los padres, y ahora educan los padres, la escuela, los medios de comunicación, las redes sociales.
— ¿Existen datos de esta violencia?
— El 9% de los padres españoles sufren violencia física de los hijos y el 40% violencia que podríamos llamar emocional, violencia de la palabra. Pero el 100% de las víctimas son mujeres, las madres, y el 70% de los agresores son varones. Con estos datos podríamos llegar a la conclusión que es violencia de género, pero no es así. Sí es verdad que un hijo que agrede a su madre es más que probable que agreda a su pareja.
— ¿Cuándo comienza el problema?
— A muy corta edad. Cuando empieza a sentir placer al ridiculizar a los padres y les echa un pulso y vence.
— ¿Por qué vence?
— Porque hay padres que tienen un sentimiento de culpabilidad absoluto, que quieren ganar el cariño de sus hijos y se dejan chantajear. Esto explosiona a los 16 años, por tanto el pequeño dictador no nace, se hace.
— ¿En qué ámbitos se da más?
— No hay diferencias en los niveles culturales. Se da hasta en las más alta instancias de este país.
— ¿La solución radica en la familia o en las instituciones?
— En la familia. Las instituciones podrán ayudar, aportar, pero la solución está en la familia.
— ¿Qué opina de revisar la edad de la responsabilidad penal del menor?
— Yo participé de la elaboración de la ley, cuya madre ha sido la diputada canaria María Bernarda Barrios, y el juez Emilio Calatayud planteó fijarla a partir de los 12 años, porque sino los niños quedan sin respuesta. Yo la bajaría para hechos muy graves, como violación u homicidio, a los 12 años, pero diciendo seguidamente, es un fracaso de la sociedad
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