ADN / Mónica Fuentes
El consumo de alcohol está socialmente normalizado y las cenas de Nochebuena y Nochevieja, regadas con vino y champán, incrementan el riesgo de recaída para los ex alcohólicos. También el factor emotivo hace que aumente el peligro de volver a tomar una copa. "Estas fechas traen consigo un aumento del contacto con la familia, puede haber discusiones y que estas terminen en crisis", explica Jesús Sánchez, director del centro de tratamiento de adicciones del Centro de Solidaridad de Zaragoza.
En noviembre comenzaron a intensificar las terapias de grupo para afrontar con más precaución las fiestas. "Les recomendamos que, si deben hacer frente a conflictos personales, los afronten desde el diálogo, que los compartan y no se los callen", señala Sánchez, que indica, además, que es un tema que sale con frecuencia en las terapias postnavideñas.
No hay un perfil del ex consumidor de sustancias adictivas que corre más peligro de recaer en Navidad. "El riesgo existe cuando la gente interactúa. Nochevieja tiene peligro para la gente joven por los cotillones y porque supone un consumo experimental masivo. Nochebuena y Navidad son jornadas familiares que pueden dar lugar a roces y el alcohol tiene una presencia casi permanente", advierte Sánchez.
En lo que no hay dudas es en que la sustancia que más tienta a las personas que tratan de dejar atrás una adicción es el alcohol