Levante/Sergi Pitarch

El pasado viernes 17 de mayo miles de jóvenes universitarios se concentraron en la antigua estación del Grao de Valencia para celebrar una macrofiesta con música y botellón. Aunque el festival transcurrió sin incidentes destacables, el padre de uno de los menores que acudió al evento asegura que su hijo le contó que vio como varios de los asistentes practicaron el eyeballing, una forma de consumo de alcohol en grandes cantidades a través de los ojos, concretamente de la conjuntiva. Esta experiencia la relata Benjamín Climent García, de la Unidad de Toxicología Clínica del Hospital General de Valencia, quien ha participado en el estudio "Nuevas formas de consumo de alcohol", que detecta esta y otras prácticas de "atracones de bebida", la mayoría entre población joven.

Este experto en adicciones asegura que esta moda ha sido importada del Reino Unido y el norte de Europa y que se está propagando rápidamente por las zonas turísticas de costa. El sistema es muy fácil, el sujeto "levanta la botella y vierte la bebida alcohólica a chorro en la conjuntiva. Sólo tiene que levantar un poco el párpado", explica Climent. En Internet se pueden encontrar una gran cantidad de vídeos de este tipo y las ventajas que ofrece para el consumidor es que los efectos de la bebida se aprecian más rápidamente. "Se absorbe bien y rápido. Se busca la inmediatez, aunque es más lesivo. El efecto es más intenso", apunta el doctor. El problema vendrá en el futuro. "No hay estudios clínicos toxicogenéticos de los efectos del alcohol con este tipo de consumo y sus efectos a largo plazo", se lamenta el facultativo, aunque asegura que los daños en la salud pueden ser demoledores.

Alcohol a través del tampón
Pero el consumo de alcohol a través de los ojos no es la única tendencia que se ha empezado a detectar por las zonas de la costa de Valencia, Cataluña y Baleares. El estudio "Nuevas formas de consumo de alcohol", en el que también participan expertos de los hospitales Universitario de Canarias y Navarra, han detectado modas como el tampax on the rocks, que consiste en "la aplicación en la vagina o el ano de tampones impregnados previamente de alcohol, generalmente vodka". "Ello produce una absorción muy rápida y evita, inicialmente, el fetor enólico", explica el estudio.

Esta práctica pueden producir "lesiones corneales graves con eventual evolución a la ceguera", concluye el estudio. En el caso de la aplicación de tampones con alcohol los daños pueden llegar a través de infecciones. Los otros riesgos asociados al alcohol también se multiplican con esta práctica, como los accidentes de tráfico o la conductas sexuales de alto riesgo