Entre 2009 y 2016 se han reducido los consumos
esporádicos habituales y problemáticos de las principales drogas, se ha
retrasado la edad de inicio de consumo y se ha aumentado la percepción de
riesgo.
Estos resultados forman parte de la evaluación del cumplimiento de objetivos
de la Estrategia Nacional sobre Drogas 2009-2016, que ha presentado hoy el
Secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, Mario Garcés,
acompañado del Delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas,
Francisco Babín. En este sentido, el secretario de Estado ha agradecido el
trabajo de todas las Administraciones Públicas, corporaciones locales,
Comunidades Autónomas, Administración de Justicia, Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad del Estado y entidades del Tercer Sector de Acción Social en esta
lucha constante y permanente en favor de la salud.
La mejora en los indicadores fundamentales del consumo de drogas en
España, según ha advertido Mario Garcés, no debe minimizar problemas
pendientes como el aún alto consumo de alcohol y cannabis por parte de los
menores, cuya reducción seguirá siendo prioritaria en las Estrategias de
sensibilización, prevención y control del Ministerio de Sanidad, Servicios
Sociales e Igualdad.
En cuanto a datos de consumo y percepción de riesgo entre 2009-2016,
destaca la reducción del porcentaje de personas de 15 a 64 años que afirma
haber consumido drogas tanto alguna vez en su vida como en el último mes.
Quienes han consumido alcohol alguna vez en la vida (consumo ocasional)
bajan del 94,2 al 93,5% de la población, la disminución es del 32,1 al 31,5 en
el caso del cannabis y del 10,2 al 8,9% para la cocaína. En el indicador
referido al último mes (consumo habitual), el porcentaje de consumidores ha
disminuido del 63,3 al 62,1% en el caso del alcohol; del 7,6 al 7,3 para el
cannabis y del 1,2 al 0,9 para la cocaína.
Entre los consumidores problemáticos, se reducen de más de 803.000 a
558.000 de cannabis; los de cocaína de 130.000 a 85.000 y los de heroína de
80.000 a 65.000; sin embargo, permanecen estables los del alcohol en torno a
1.550.000 personas.
En caso del cannabis, se da el mayor porcentaje de consumidores
problemáticos dentro de la población total consumidora: el 24,7% de los que
han consumido esta sustancia en el último año tiene un consumo
problemático. De ellos, sólo un 5,9% está en tratamiento por este consumo, es
decir, son también los que en menor proporción acceden a los centros de
tratamiento, comparados con los consumidores problemáticos de otras
sustancias. Y todo ello a pesar de haber aumentado notablemente la
demanda de tratamiento por cannabis, que ha pasado de 9.503 personas en
2009 a 15.676 en 2015.
El aumento en la percepción de riesgo del consumo de sustancias también
adquiere un lugar destacado en la evaluación de resultados. Han aumentado
de un 54,8% a un 59,4% los escolares de 14 a 18 años que perciben el riesgo
del consumo esporádico de cannabis, de un 81,4 a un 86,1% los que perciben
riesgo en el consumo esporádico de cocaína y de un 88,8 a un 89,7% los que
consideran arriesgado fumar de manera habitual. No hay prácticamente
diferencias respecto a la percepción de riesgo en consumo habitual de
alcohol: ha pasado de 57,9 a 57,8%.
Los recursos asistenciales para drogodependientes aumentaron de 716 a 764
entre 2009 y 2015; en este incremento destaca la creación de centros de día y
de pisos de apoyo al tratamiento. Por sustancias, han descendido
ampliamente las personas en tratamiento por cocaína y heroína y han
aumentado notablemente las tratadas por cannabis. Se ha logrado, así
mismo, una considerable reducción del número estimado de personas que
consumen drogas por vía inyectada. Si en 2009 es dato era de 18.549
personas, en 2014 ha descendido hasta 7.578.
La Estrategia Nacional sobre Drogas 2009-2016 ha evaluado la adecuación a
estándares de calidad los programas que se realizan en prevención,
asistencia y reinserción en nuestro país. Según el Secretario de Estado, la
calidad de estos programas se ha incrementado notablemente, aunque sigue
habiendo espacio para la mejora en la próxima Estrategia Nacional sobre
Drogas. La evaluación demuestra, en cualquier caso, que España ofrece una
asistencia integral ampliamente consolidada a las personas con problemas de
drogas, con un modelo de atención referente a nivel nacional y con
profesionales formados y con experiencia.
Los 14 objetivos de la Estrategia 2009-20016 han sido valorados por las
ONG´s y las Sociedades científicas como muy relevantes. Todos los objetivos
se han calificado por encima del 3 en una escala de 0 a 4, en la que 0
corresponde a ninguna relevancia y 4 a fundamental.
La Estrategia Nacional sobre Drogas y otras Adicciones 2017-2024
desarrollará como uno de sus principios básicos el enfoque de género y, para
garantizar su cumplimiento, se creará en el seno del Consejo Español de
Drogodependencias un grupo de trabajo permanente de ajuste de las políticas
de adicciones a esta perspectiva.
La mujer drogodependiente, ha señalado Mario Garcés, accede más tarde al
tratamiento con muchas más dificultades y se encuentra con mayores
barreras para la integración social. Sin olvidar, ha añadido el Secretario de
Estado, la participación del consumo o la adicción a las drogas en episodios
de violencia doméstica.
Garantizar la equidad en los programas y servicios que se ofrecen a la
población en todo el territorio será otro de los principios rectores de la nueva
Estrategia, que contará entre sus objetivos principales con una especial
atención a la prevención del consumo de alcohol por parte de los menores de
edad e incorporará como novedad la planificación de acciones frente a
adicciones distintas a las que producen las drogas (juego patológico, uso
compulsivo de las nuevas tecnologías, etc.)
España fue el primer país de la Unión Europea en contar con una Estrategia
Nacional sobre Drogas en el año 2000, de cuya evaluación final partieron los
objetivos de la Estrategia 2009-2016. De igual forma, los resultados obtenidos
en esta evaluación serán la base de la Estrategia Nacional 2017-2024, que
contará también con las aportaciones recogidas a través de más de 400
cuestionarios que se han remitido a expertos, sociedades científicas,
entidades y administraciones. |